martes, 20 de noviembre de 2012

El Remanente




El papel de Israel
Desde el mismo principio el nombre de Israel simboliza una relación personal de reconciliación con Dios. Podemos ver también a Abraham cuando Dios le dice: “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gen. 12: 3). El plan de Dios de bendecir a las naciones por medio de Israel seria cumplido pero, en el propio modo innovador de Dios, por medio de un fiel remanente de Israel Un remanente elegido divinamente heredaría las promesas y responsabilidades del pacto para iluminar al mundo. Permanencia  y seria cumplido el eterno propósito de Dios. Las predicaciones proféticas de la restauración de Israel   después de los exilios Asirios. (Isaías. 56; Eze. 36; Jer. 31). También el propósito fundamental de la misión de Israel alcanza su claridad mayor, en los cuatro “canticos proféticos al siervo de Jehová” (Isa. 42: 1-4; 49: 1-50:4-10; 52). Por lo tanto el pueblo de Israel, no fue frustrado al contrario fue prosperado


 






EL REMANENTE EN EL NUEVO TESTAMENTO

 
 

EL REMANENTE EN EL NUEVO TESTAMENTO


Isaías después inserta una nota escatológica breve, asegurando a Israel que Dios no abandonará Su pacto, sino que lo confirmará en la preservación del remanente. No indica el tiempo o las circunstancias de la preservación profetizada. Estos tres versículos podrían ser aplicados al retorno del cautiverio babilónico. No son citados en el Nuevo Testamento, pero el hecho general de que Dios ha prometido preservar Su pacto con Israel, guardando un remanente fiel, es la base del argumento de Pablo en Romanos 11. La restauración que Pablo menciona es escatológica, desde el punto de vista del Nuevo Testamento. No tomará lugar, dice, “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Romanos 11:25). He sugerido que la frase, “la plenitud de los gentiles”, se refiere a la terminación de la iglesia constituida para esta edad actual, es decir, al rapto de la iglesia verdadera.
 “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí”. Lo primero que Jehová anunció fue a venida de alguien denominado “mi mensajero”. En el contexto de Malaquías no se identifica al individuo señalado, así que el remanente no podría saber con exactitud a quién se refería. Sin embargo, el Nuevo Testamento no deja dudas en cuanto a la identificación de él. Mateo (11:10) y Lucas (7:27) citaron este mismo versículo de Malaquías reconociendo a Juan el Bautista. Otras porciones de los











La gran apostasía
Durante su último discurso formal, Jesús amonestó a sus discípulos acerca del engaño venidero. “Mirad que nadie os engañe, les advirtió, porque se levantarán falsos cristos, y falsos cristos, y falsos  profesas, y aran grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun si fuera a los escogidos” (Mat. 24: 4, 24). Sus seguidores experimentarían un período de “gran tribulación”, pero sobrevivirían (Mat. 24: 21, 22). Señales impresionantes de la naturaleza marcarían el fin de esta persecución y revelarían la cercanía del retorno de la venida de cristo (Mat. 24: 29, 32, 33). Esa apostasía debía de ocurrir antes del retorno de Jesucristo, dijo Pablo. Era tan cierto que el hecho de que todavía no había sucedido, era una señal segunda de que la venida de Cristo todavía no era inminente. “Nadie os engañe de ninguna manera, dijo el apóstol; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios aciendose pasr por Dios” (2 Tes. 2: 3-4)









EL REMANENTE EN EL AT.


El papel de Israel

Desde el mismo principio el nombre de Israel simboliza una relación personal de reconciliación con Dios. Podemos ver también a Abraham cuando Dios le dice: “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gen. 12: 3). El plan de Dios de bendecir a las naciones por medio de Israel seria cumplido pero, en el propio modo innovador de Dios, por medio de un fiel remanente de Israel Un remanente elegido divinamente heredaría las promesas y responsabilidades del pacto para iluminar al mundo. Permanencia  y seria cumplido el eterno propósito de Dios. Las predicaciones proféticas de la restauración de Israel   después de los exilios Asirios. (Isaías. 56; Eze. 36; Jer. 31). También el propósito fundamental de la misión de Israel alcanza su claridad mayor, en los cuatro “canticos proféticos al siervo de Jehová” (Isa. 42: 1-4; 49: 1-50:4-10; 52). Por lo tanto el pueblo de Israel, no fue frustrado al contrario fue prosperado
 

 
 
 

El remanente en el AT.


Aunque esta es una sección de juicio, Isaías también remarcó la bendición que la nación recibiría por su relación con el Señor previamente pactada. En la acusación divina contra Judá (caps. 1–6), 1:24–31 se refiere la restauración de la nación, 4:2–6 habla del remanente sobreviviente, y 6:13 se refiere a la “simiente santa” o remanente. En los oráculos de liberación (caps. 7–12), Isaías dijo que Judá sería librado de la coalición sirio-efraimita (7:3–9; 8:1–15; 9:7–10:4). Pero también surgirá (Isa. 11) el milenio, Y el reinado glorioso de Dios (Ap. 20:1–6) y el pueblo reunido entonará un cántico de salvación (cap. 12).
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme, pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente  escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra


 
 
 


domingo, 18 de noviembre de 2012

El Remanente de Israel


El remanente de Israel


El AT usa la palabra “remanente” (š´är ,  š ë´rît) para describir tres tipos de pueblo: (1) un remanente histórico, sobrevivientes de una catástrofe; (2) un remanente fiel que mantiene una relación activa de pacto con Dios y es portador las promesas de la elección divina; y (3) un remanente escatológico, constituido por los futuros creyentes fieles del Mesías, que perseveran hasta el fin de la era de la iglesia y que, en última instancia, salen victoriosos. El tema del remanente en la Sagrada Escritura se encuentra en cada libro del AT. Su terminología se usa más de 450 veces solo en el AT








Salvación del remanente

(10:20–23, 27). El profeta comienza dando una profecía acerca del remanente. Esta porción puede considerarse como una exposición del nombre Sear-jasub (7:3). La traducción de este nombre se encuentra al principio del versículo 21. Históricamente, esta predicción se cumplió cuando el remanente de Judá regresó de Babilonia después de los 70 años de cautiverio. Escatológicamente, se cumplirá cuando el Mesías regrese para establecer su reino. Es el mismo remanente que ya hemos visto en 1:9; 4:2b–6; 6:13 y que veremos en

(10:24–34). En estos versículos encontramos un relato de lo sucedido en 701 a.C. cuando Senaquerib sitió la ciudad de Jerusalén después de haber conquistado todas las ciudades principales de Judá. Su ruta de conquista se halla en los versículos




Remanente fiel

Solo aquellos que adoraban a Dios de acuerdo a su pacto eran el remanente fiel dentro de Israel. Además es significativo que el pueblo remanente de Dios que sobrevivió a los Juicios de Dios en el AT debía de volver con todo su corazón a su Dios del pacto si no quería caer también bajo el castigo del Juicio de Dios (Deut. 30. 1-3; 2 Rey. 21: 14, 15; 2 Crón. 30: 6). Representativo de esto es el llamado se Zacarías al remanente de su tiempo: “Volveos a mí, dice Jehová de los Ejércitos y yo me volveré a vosotros” (Zac. 1:3).


Remanente escatológico

(11:1–12:6). Asiria y todas las naciones de este mundo desaparecerán, pero el reino mesiánico permanecerá para siempre. Hay un lapso entre 10:34 y 11:1 que ya ha durado unos 2,700 años y no sabemos cuánto más subsistirá. Lo que sí sabemos es que el rey davídico establecerá su reino salvando en forma permanente a su pueblo. Todas las predicciones de esta porción se cumplirán en el futuro